P: He leído mucho sobre qué ponerme para parecer lo más atractiva posible. Pero, ¿hay alguna forma de que un hombre haga su cara más atractiva?
R: La investigación ha demostrado que hay una Una forma extremadamente barata, sencilla y muy eficaz de hacer que la cara de uno sea instantáneamente más atractiva: SONREÍR.
En 2013 se publicó un artículo en la revista Cognición & Emoción (enlace: //www.cclm.unibe.ch/) sobre un estudio para determinar el efecto de la expresión emocional en el atractivo facial.
- En el estudio se crearon digitalmente varias imágenes faciales masculinas y femeninas manipulando imágenes fotográficas previas.
- Cuando terminaron, tenían imágenes faciales que variaban en atractivo y que no eran idénticas a ninguna persona (en general, eran medias compuestas de varios rostros).
- A continuación, los rostros se modificaron digitalmente para que tuvieran una expresión neutra o sonriente.
- A continuación, se mostraban parejas de caras a los participantes, que juzgaban qué cara era más atractiva.
- De media, los rostros masculinos sonrientes resultaron más atractivos Lo mismo ocurrió con los rostros femeninos.
Estos resultados fueron los mismos que en un experimento anterior de 2007.
En este experimento, los investigadores estudiaban la diferencia entre "sonrisas de Duchenne" y "sonrisas de no Duchenne".
- Llamado así por el excéntrico anatomista facial Guillame-Benjamin-Amand Duchenne de Boulogne (1806-1875), las sonrisas de Duchenne no sólo afectan a la región de la boca, sino que se extienden también a la región de los ojos (estrechándolos, provocando patas de gallo, etc.). En otras palabras, las sonrisas de Duchenne son más intensas e implican a más partes de la cara que una sonrisa de boca.
- Como las sonrisas de Duchenne son más intensas e implican más parte de la cara, se clasifican como más "sinceras" que las sonrisas más pequeñas. Las sonrisas que no son de Duchenne pueden ser simplemente una sonrisita educada, pero las sonrisas de Duchenne son enormes sonrisas que apenas pueden contenerse.
Se fotografiaron 25 rostros (hombres y mujeres) de personas sonriendo y con una expresión neutra. A continuación, estas caras se clasificaron según fueran sonrisas con Duchenne o sin Duchenne.
A continuación, se presentaron las caras (sonrientes y no sonrientes) a los participantes en el experimento, que las puntuaron en función de diez atributos:
- Atractivo
- Generosidad
- Fiabilidad
- Competitividad
- Salud
- Agreeableness
- Conciencia
- Extroversión
- Neuroticismo
- Apertura a la experiencia
RESULTADOS:
Los que tenían una sonrisa "Duchenne" intensa eran considerados más generosos y extrovertidos que los que tenían una sonrisa más pequeña.
Sin embargo, en general, CUALQUIER tipo de sonrisa mejora en gran medida la valoración del atractivo, la generosidad, la salud y la simpatía. .
Se observaron ligeros aumentos en la fiabilidad, la competitividad, la concienciación y la apertura a la experiencia en los que sonreían frente a los que no lo hacían.
Ver también: Introducción a las fragancias, colonias, eau de toilette y perfumesEn otras palabras, en su mayor parte, no importaba si la sonrisa era genuina o no genuina Sin embargo, mejoró las cualidades juzgadas de los rostros (incluido el atractivo).
CONCLUSIÓN
Ver también: Cómo vestir a un hombre con mucha barrigaSi quieres una forma instantánea, gratuita y fácil de mejorar tu atractivo facial, entonces ¡SONRÍE!
Parecer neutral o abatido no es una forma de atraer a la gente.
Por supuesto, hay situaciones sociales en las que sonreír ampliamente no es apropiado (reuniones formales de negocios, funerales), pero si quieres darte un ventaja social Adelante, sonríe. Aunque sientas que estás "fingiendo".
Referencias
Golle, J., Mast, F. W., & Lobmaier, J. S. (2013). Algo por lo que sonreír: La interrelación entre el atractivo y la expresión emocional. Cognición & Emoción , 1-13. Enlace: //www.cclm.unibe.ch/
Mehu, M., Little, A. C., & Dunbar, R. I. M. (2007). Duchenne smiles and the perception of generosity and sociability in faces. Journal of Evolutionary Psychology, 5, 183-196. Enlace: //www.affective-sciences.org/node/2997